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Docentes en pandemia

El proceso enseñanza aprendizaje en un nuevo contexto

Ejercer nuestra vocación docente en época de pandemia es un desafío interesante, pues nos invita a realizar cambios en nuestras prácticas habituales y transformarnos en usuarios más activos de la tecnología existente. Afortunadamente Classroom es una plataforma pensada para nuestra labor de enseñanza que nos permite ir modelando, supervisando y evaluando el aprendizaje de los estudiantes. 

Cada día, acorde a nuestras propias responsabilidades, ya sea de profesores jefes o de asignatura, acortamos la distancia física por medio de la pantalla, el audio o el chat. Nuestro día comienza contactándonos con nuestro grupo curso, dándoles ánimo, sintiendo sus emociones, escuchando sus inquietudes, conociendo su mundo o escuchando una anécdota que nos hace reír. Este espacio es un precioso momento que nos permite acercarnos, convivir y fortalecernos mutuamente. 

Posteriormente, y acorde al horario establecido, ingresamos a nuestras aulas virtuales, en las cuales muchos niños y jóvenes nos esperan para poner en práctica un nuevo aprendizaje. Allí también se ve entusiasmo, camaradería y buen humor: un estudiante lee en voz alta el objetivo de la clase, escrito previamente en el tablón de novedades. Comienza entonces, la actividad del día que nos motiva y nos acerca a la meta de aprendizaje. Tal vez, aquí se note más el entusiasmo de los estudiantes de Básica, quienes, con mayor rapidez y energía, quieren participar. Entonces, viene nuestra voz mediadora que les da la palabra, uno a uno. En un escenario diferente, están los de Enseñanza Media, a quienes debemos invitar de forma más dirigida a la participación, señalándoles preguntas de manera directa. Son ritmos y estilos distintos, pero igual avanzamos.

Es conveniente marcar la ruta, darles tiempos adecuados a nuestros estudiantes para la realización de las distintas actividades, hacer pausas saludables, realizar nuestras clases apuntando a la diversidad de alumnos y estilos de aprendizaje, pero también ir cambiando metodologías: utilizar Jamboard, conectarse a un enlace de internet, trabajar con una guía, preparar alguna actividad sorpresa con dos o tres alumnos del curso, hacer una clase con títeres, observar cápsulas de aprendizaje, viajar con ellos virtualmente, poner desafíos de aprendizaje y realizar esquemas de cierre. Debemos dejarlos imaginar, investigar, descubrir y crear. Ellos son el motor de la sinergia educativa.

Para que sus aprendizajes perduren, tenemos que ser acogedores y creativos. La docencia ejercida con pasión, aunque sea en un contexto tecnológico a distancia, nos ayudará a abrir mundos y sentirnos reconfortados, porque nuestras acciones bien planificadas consiguen cambiar vidas.

                                                                               Jessica Valenzuela Castillo

                                                                           Profesora de Lengua y Literatura

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